jueves, diciembre 28, 2006

Agonía

Todo parece ir mejorando. Extrañamente la enfermedad cede, y parece estar mejor que nunca, alguien pretende decir: si está tan bien ahora es porque le falta poco, porque se acerca...pero lo hacen callar.

Así fue como pasó lo que yo nunca creí: Ron me fue a buscar a mi casa. A decirme que teníamos mucho porque seguir juntos, que me quería, me adoraba...
Y yo respondí que no, le hice ver todas las veces que me ha dejado sola, todo lo mal que me ha hecho y lo destruida que me siento. Y lo dejé ir.
Entonces pensé en lo terrible y lo triste que era que el se fuera caminando por la calle, completamente solo, aumentando con cada paso la distancia entre nosotros.
Y esa percepción me dejó llorando y pensando hasta en la micro al otro día.
Reconocí que aún lo amo, y esa parte de mi que dice que todo se puede con amor volvió a alzar la voz.
Y se dió uno de esos momentos de película gringa, dode lo llamé y él justo estaba escuchando mi canción y corrimos y nos abrazamos en una estación de metro y prometimos que íbamos a cambiar y nos besamos mucho.Y nos dijimos "te amo".

Pero quieras o no, la enfermedad está ahí. La muerte está ahí. Y lentamente empieza a llegar. Las cosas perdidas y recuperadas hace tan poco de manera milagrosa, se pierden paulatinamente. Vuelve a ser lo mismo de antes, y peor.

Una hora después de la reconciliación, Ron empezó de la nada a hablar de ese tema que es tan molesto, en un esfuerzo por vengarse de que lo hubieran pateado. Discusión tras discusión, los minutos pasaban y yo estaba muy arrepentida de haber vuelto.
Nos dejamos de ver unos días porque estábamos enojados. Lo fui a ver y pasamos la noche bajo un árbol de pascua, tan lindo, que le pedí que no apagara las luces. En la noche parecían luciérnagas, o estrellas. Se levantó a las 6 de la mañana para ir a dejarme al trabajo.

En cada minuto que pasa, está la muerte anunciada. Llega un momento en que se desconecta de la realidad, o al menos de la realidad de los otros. Hasta que llega la hora.

A pesar de mis ruegos, decidió trabajar para navidad, en uno de esos turnos malditos que te dejan dormir 5 hrs diarias y de nuevo al trabajo. Para él significaba plata segura, ayudar a un tío, estudiar. Para mí era una vez más que me dejaba sola, muy sola. Y estaba tan enojada que no me dí cuenta de que él también iba a pasar las fiestas solo, aunque fue por su propia decisión.

Y entonces, pasa. Cada cierto tiempo deja de respirar, 5, 6, 10 segundos. Y luego retoma la respiración con un gran suspiro. Por alguna razón que nadie puede explicar, todas las cicatrices y heridas del pasado se notan mucho más, lo que ya estaba cicatrizado empieza de nuevo a sangrar, aparecen moretones de la nada... aunque yo creo que son todas las heridas que se han vivido.

Nos quisimos mucho. Después volvimos a discutir. Y cada vez me enojaba más, porque me dejaba sola y nunca cambiamos. Y cada vez pensaba menos lo que decía, hiriendo. El deseo de irme era tan fuerte como el de quedarme y no sabía que hacer. Te amo y te odio eran la misma cosa.

La respiración, aunque cortada, se hace más profunda. Y entonces, en mitad de una inspiración, se acaba todo. Y el cuerpo se sigue moviendo, como si intentara respirar, y la piel aun es tibia y te enfrentas a la paradoja de que ese alguien no está acá pero sigue teniendo gestos de vida. Te sientes rara. Te da ganas de llorar. De rezar, porque ya no hay nada más que hacer.

Me llamaste por teléfono, una vez más, para decir que no vendrías. Creo que dijimos todo lo que sentíamos. Estabas muy enojado.

- Terminamos, dije

Y en medio de tu silencio, y de tus ganas de volver el tiempo atrás, para seguir teniéndome, se acabó.

Empecé a pensar que puede haber alguien allá afuera que tenga menos miedo, que no tenga que defenderse, y que esté dispuesto a perdero todo, como yo también lo he perdido todo.

lunes, diciembre 18, 2006

La tienda de los inciensos


Todo empezó con la Cristina invitándome a su cumple. Y yo, desorientada como siempre le digo que si y no neuroneo que hay que llevar regalo. Un día antes del evento....podrán suponer que me di cuenta, con sorpresa de lo anterior, pero por suerte mi cabeza pensó rápido: imagen: unas cajitas de incienso convertidas en ramo de flores, con cinta y todo!. Bonito, barato, fino y elegante...

Así que a escasas horas del cumple, me fui a lo que yo considero las mejores tiendas de incienso, por la cantidad y lo barato...y porque están una al aldo de la otra y así no camino tanto (que vieja, valorando el no-dolor de pies).

Me fui a la con mejores ofertas y después del complicado trabajo de elegir que incienso regalarle a esta loca qe recién estoy conociendo, sin caer en la tentación de dejarmelos todos para mi...

Paréntesis: eran 6 inciensos. Y era muy terrible para mi comprar inciensos para otro y no para mi ya?. Así que dije, 1 para mi....o mejor 2 y 4 pa esta cabra. Notese que en el razonamiento no cupo la posibiliad 1 es a 5. Después de escasos 30 minutos, tenía 3 en una mano y 3 en la otra....

y dije yo: "lo que dios ha puesto en mis manos, que no lo desarme el hombre"

(Así que quedamos las 2 felices con 3 insciencitos!)

En fin. Me cuesta regalar cosas que me gustan. La cuestión es que todos los que me atendieron eran chilenos, hasta que llegué a la caja y le pagué al dueño...tan hindú como sus inciensos. Un mahatma gandhi pero más gordito, con lentes y todo.

Me mira y pregunta con esa mirada transparente pero penetrante de los niños:

-(mirando mi uniforme) "y usted porqué quizo estudiar enfermería?"

- ehhhp... porque me gusta ayudar a la gente

La piensa. Sopesa mi respuesta.

- le puedo decir una cosa, no se vaya a enojar

- no dígame no más

- Si todas las enfermeras son tan bonitas como usted, los pacientes no se van a ir nunca del hospital, para seguirla viendo.

- Me río. Qué otra cosa se puede contestar.

Pone una cara de reflexión y me dice: ¿porqué todas las enfermeras son tan bonitas?

- Me vuelvo a reir. No le voy a explicar a él que es su inconsciente más que yo, lo que hace bonitas a las enfermeras.

Después hablamos de qué hospital era el más caro (pregunta netamente hindú) y que doctores los mejores, y etc, etc.

Cuando salí con mi bolsa de inciensos, sentía que más que comprar había hecho una visita.
En realidad, algo me pasó en la garganta, me puse a pensar, como pienso a veces... reflexionar que le dicen.

Pensé que, más bien quise creer, que en la india así deben ser todos los negocios, con la gente haciendo vínculos más que ventas. Que nadie desconocido me mira así y me pregunta esas cosas... que solo muy pocas personas me preguntan así las cosas en vez de darlas por hechas.

Estoy super tranquila con mi opción de carrera y todo...es solo que... qué difícil y que fácil es poder llegar al centro de las personas. Y que fácil es también a veces no ver al otro ni dejarse ver.

Me gustaría tener más conversaciones así. Por suerte tengo con quién. Pero me gustaría que fueran más personas.

Ojalá tenga un pretexto para ir a la tiendita de nuevo, aunque con todas as varitas que tengo...uff, como pa un año de aromas.

lunes, diciembre 11, 2006

Integramédica: 1º día

Nunca pensé que me iban a a dar más miedo los pacientes que las enfermeras. Plop!

(Ojos de rinoceronte): Usted me va a tomar el PAP?????

- "Quiero que me pinche la enfermera"

- "Si no me atiende ahora me voy"

- "Llevo 20 minutos esperando, devuélvame la plata"

Ahora entendí la frase de bienvenida: "Aquí tienes que aprender a llevarte con la gente". Gente eran los energúmenos en que a veces se transforman los pacientes.

viernes, diciembre 08, 2006

Egresé mierda!

Ahhh.... que maravilla. Qué relajo...

que...

TESIS?
...

Por la....

en fin

Egresé mierda!!

Empiezo a trabajar el Lunes!!!

Ujú!

martes, diciembre 05, 2006

Día 3

Por favor coloque aca sus impresiones, sentidos pésames condolencias y palabras de ánimo del post de abajo, para que no nos sigamos echando el blog.

Atte

La dirección

viernes, diciembre 01, 2006

Ayer comí Frutillas con crema

Tanto tiempo que no comía frutillas con crema en cantidades industriales. Valió la pena la espera. Ni les explico lo ricas que estaban, como sería que hasta hice durar lo más posible el sabor!. Después quedé cansada de tanto comer.

Qué rico!, qué relajante, que...ahhh, estaban exquisitas.