La amaba tanto que el amor no lo dejaba vivir. Tampoco lo dejaba morir. Asi que se arrancò el corazòn y lo metió dentro de un cofre, y escondió el cofre del mundo.
Ojalá yo pudiera hacer eso. Es más, creo que lo estoy haciendo...
Tan rápido como pasar la tarde contigo y después en la noche ella me contesta el telèfono. Tan rápido como robarse una flor de un jardìn ajeno, me has robado la fidelidad y la confianza.
Tan rápido me has perdido, nos hemos perdido, nos hemos terminado...
Y esta vez, esconderé tan lejos mi cofre que nunca, nunca lo podrás alcanzar.
Nunca más.