sábado, diciembre 15, 2007

A veces

A veces me pregunto si no hubiera sido mas fácil quedarme en los 10 años. En todo caso, no se puede elegir crecer...

Pero ahora las penas son más grandes, las responsabilidades más complicadas, los años más cortos...

Estoy sentada en la oficina y aprovechando que llegué temprano hago lo que más hacía cuando chica: nada.

Observo las ventanas del edificio que tengo al lado y ningún pensamiento se cruza por mi mente...que maravilla aún tener tiempo para esto.

Pienso en los que tienen hijos y que soy una pendeja, quejándome de tener tan poco tiempo y tanto que hacer cuando ser padres si que es otra cosa...

Hace 3 días que estoy enojada. Que no duermo. Una semana con dolor de cabeza. Y me cansa mucho enojarme, por eso me carga. Siento como si el mundo me debiera algo y tengo que ir a pegarle un par de combos para que me lo entregue.

Esta pega de mierda me está matando. Veo a la Betty, la secretaria que es todo un personaje, una de las pocas mujeres felices que he conocido. Hace 3 días también que está enojada, solo que ella nunca se enoja. Creo que lo hizo para no estar triste, para no compadecerse de sí misma.

En realidad, acá no hay nadie feliz. Y es muy probable que los pololos, los amigos, los hijos, los maridos y muchos otros estén pagando las consecuencias de como nos tratan aquí.

Me reí como 3 semanas seguidas de la Director-Gerente Médico que se autonombró enfermera jefe...tiene la escoba con la cobertura de las vacaciones. Y también me reí del jefe de operaciones que manda a la enfermera embarazada a buscar los insumos a bodega por que los bodegueros estan en colacion...para que los suba 9 pisos!

Y la lista de etcs es larga.

Pero ya no me puedo reir. Tampoco puedo llorar. No me sale.

Y estoy a un paso de convertirme en una bruja...hoy no queria venir a trabajar. Mandarlos a la mierda a todos por parejo, que es lo que se merecen...

¿Que si denunciamos esta situacion por el canal regular? si lo hicimos, y echaron a la enfermera jefe, 2 enfermeras tiraron licencia psiquiatrica y quedamos 2 que nos iremos proximamente...

Pero lo que pasa en el trabajo afecta a todo lo demás...el viernes pasado senti que perdia mi vocacion...ahora cualquier problema se ve terrible, por trivial que parezca...

Necesito salir de aquí

jueves, diciembre 06, 2007

Visión de Néstor Paz

Una fría mañana más. Caminé rápidamente por las calles, esta vez, sin la marcha triunfal que me acompañó ayer después de haber peleado por nuestros derechos de trabajadores. Hoy más bien iba con sueño...

En el condominio de paredes amarillas, me robé una rama de buganvilla fucsia (que ahora adorna mi escritorio).

Pero todo eso carece de importancia, porque hoy te vi.

Eras parte de la fila de hombres que se cruzan en mi camino en la mañana. Venías detrás mío y caminabas rápido, pero no tan rápido como podías. Me venías mirando. Al cruzar la calle te diste vuelta casualmente para verme de frente. Y yo sentí algo que aún no puedo definir. Te adelantaste. Y ahora era mi turno de mirar.

Me fijé en la forma de tu cabeza, y en tus orejas de paila...pensé que solo una persona en el mundo tiene esas orejas...

Y eras tú.

Nestor!, mi mejor amigo de toda la vida, al que le perdí el rastro hace tantos años ya...

No podías ser otro. Me acuerdo que dijiste que habías crecido (jajaja, y yo que siempre fui más alta que tú).

Empesaste a caminar cada vez más rápido. Quizás en el segundo en que me miraste me reconociste, o definitivamente descartataste que yo fuera yo... he cambiado mucho en realidad. Ni siquiera camino como antes.

Tú si, y cada paso que dabas me alejaba de ti, pero me decía que si, que si eras tu: vestido con camisa y corbata, caminando como milico de la cintura para arriba y como vaquero con las piernas arqueadas para abajo...

Se me apretó el corazón y no supe que decir, me llevabas media cuadra de ventaja, no te pude alcanzar, y en el último semáforo antes del metro Rondizzoni te perdí...

Un solo chispazo de tu cara se me ha quedado grabado, llevabas una arruga de preocupación en tu frente.

Quizás no me reconociste. Antes ambos sonreíamos siempre.

Hoy día me arrepiento mucho: debería haber hecho el loco y gritado no más.

Ojalá la próxima oportunidad no la dejemos pasar.