Yo amo a..................Ximena!

Se prenden las luces, suena la fanfarria característica, comienza el espectáculo.

Elizabeth, quien ha estado en competición desde los inicios de este reality, esta vez se enfrenta a ser eliminada por Ximena, una rival que ha adquirido relevancia últimamente por sus candentes declaraciones acerca de lo que hará cuando obtenga el premio: Ron.

Si, Ron. Otra vez.

Si bien Elizabeth tenía toda la aprobación del público televidente y la votación telefónica, e incluso había desbancado a otras 3 rivales anteriormente, anoche, en la jornada de eliminación se llevó una sorpresa.

A pesar de las declaraciones de amor de Ron y de las hermosas veladas que pasaron. A pesar de sus deseos de tener una mejor relación y comportarse finalmente como personas maduras y adultas y dejar de tener miedo y amarse, volvieron a cometer los mismos errores: Elizabeth no cuidó su lengua viperina y Ron una vez más la dejó sola.

Aunque ambos se arrepintieron de estas situaciones, algo comenzó a cambiar en la última semana. Elizabeth trataba de llamar la atención de Ron y él, con palabras cariñosas, le llenó de excusas el celular, y de soledad el alma, lo que siempre, como hemos visto en el transcurso del tiempo, la hace enojar, y sufrir.

Lo más impresionante es que a horas de dar su veredicto, Ron le escribió uno de los mensajes más amorosos de los últimos tiempos, a las 3 de la mañana, cosa que a Elizabeth siempre le ha gustado, por eso de quebrar los esquemas.

Y una vez más, el caracter cambiante de Ron da un vuelco: a las 21:40 Elizabeth recibe el veredicto vía mensaje de texto: "Amo a Ximena"

Mientras cada palabra la apuñala, Elizabeth toma el teléfono y piensa rápidamente: un mensaje lo escribe cualquiera. Una vez más Ron no contesta el teléfono.

Elizabeth corre por la calle, apenas vestida, porque el mensaje la pilló a punto de dormirse, en la unica noche en que puede darse el lujo de dormir. Si, si ustedes la conocieran, eso no es nada de lo que ha hecho por amor. Llama de un teléfono público y oh! sorpresa, le contestan.

- "Tu me escribiste un mensaje de texto?" la furia saliéndose por la garganta, pudo más que la verguenza de encontrarse gritando entre los borrachos y la vieja maldita de la botillería.

- "No", categórico, pero con voz de "Sí"

- Mira, recibi un mensaje de tu celular que dice "Ximena te amo", la rabia cambió las palabras...

Ronald interrumpe con la típica excusa de "no te escucho bien" y las "interferencias del celular", antes de que se escuchara al fondo una voz de mujer (la Ale?, maldita perra): Ronald, ven para acá. Se cortó la llamada.

Elizabeth entra en shock, llama frenéticamente una y otra vez al número que solo le responde: "Usted será transferido a un buzón de voz de:...."

Cuelga finalmente. Retira sus monedas. Se da cuenta de que todos la están mirando, pero se hacen los tontos. Corre por la calle de vuelta a su casa. El conserje insiste en comentarle sobre el tiempo, le responde con la sonrisa dibujada en la cara.

Azota la puerta al llegar al departamento, tira las llaves, el celular, la plata, qué importa todo eso?

Llora. Ojalá se pudiera sacar el corazón, el alma, las entrañas, por la garganta. Hace un rato, vió una serie donde alguien se suicidaba. Piensa que ese tipo ya no va a sufrir más. Llora sobre la alfombra, grita, y el dolor no se va. Cuando se caban las lágrimas, sigue murmurando: te odio, te odio...ya sin voz, como un perro rabioso.

Llama a sus amigos, nadie contesta excepto Felipe.

- Tenías razón
- Pucha....

Felipe la cuida. L llama en unas horas más, cuando ya está más calmada. Le hace prometer a Elizabeth que no "va a hacer ni una wea".

Elizabeth mira sus imágenes, parece que no estuviera viendo nada, aplauden?, parece que no los escucha.

Se retira del escenario.

Se apagan las luces, se va la gente.

Elizabeth se pregunta: Y yo que mierda hago con el amor que tengo dentro?, que hago con esto?