sábado, agosto 15, 2009

Día Feliz



Terminó el turno en urgencias. Sin muertos ni heridos. Tranquilo.
Llego a mi casa y encuentro a mi Alexis durmiendo.
Dormimos 3 horas hasta que el sol entra por la ventana y nos saca de la pieza.
Vamos a Angelmó, comemos curanto, cebiche, pisco sour, pebre. Llueve y para de llover. Aparece un arcoiris doble (foto 1).
Nos reimos. Compramos en el mercado de Angelmó, abarrotado de esas cosas que en Santiago salen caras pero que acá abundan y más encima son saludables.

Vamos al mall, compramos ropa, nuestros pequeños triunfos de haber trabajado el mes anterior. Vamos en la moto que costó tanto trabajo arreglar.


Paseamos por la galería O´higgins, compramos la solución de la vida: orejeras por 600 (calentitas!). Compramos pan y llegamos a la casa, ordenadita y cálida. Llega Javier y comemos locos con mayo, ponemos música y hago mi mochila para el nuevo turno de noche.
Y no doy más de felicidad.
Pasar por la costanera de Pto Montt, ver el mar. Ver el lagoLlanquihue todos los días que trabajo, relaja, da felicidad. Que todo quede cerca. Que la vida en general sea más barata. Los planes que tenemos con Alexis que se ven realizables a futuro.
Satisfacción total.
(y ahora en turno de nuevo, con una sonrisa budista imborrable)

3 comentarios:

Nicolás Cofré dijo...

como auditor asistiré a tu casa y espero empaparme de algo de felicidad tb
no es que sea escasa pero la felicidad, como los virus, se pegajajajja
oe cuidate
y nos vemos
quedan como 120 horas no mas jajaja

Nicolás Cofré dijo...

Por otro lado
bastante linda la primer afoto

Ely dijo...

alla te voy a llevar po