Volando

El año pasado yo tenía un plan de vuelo. Ahora lo que tengo son seguridades. Decisiones tomadas.

Objetivos.

Todos los días vengo al trabajo sabiendo que va a llegar Marzo y me voy con mi curriculum bajo el brazo a Pto Montt.

Tengo 25 años y no pretendo gastar el resto del tiempo que me quede en las micros, arrancando de los flaites, aguantando a la jefa bipolar y tiránica que tengo. Perdiendo el tiempo, en definitiva.

Es cierto que no pierdo el tiempo acá en Stgo con mi familia, mis amigos y la Clínica Familia.

Pero la vida que quiero para mí está entre los cerros y el mar.

Con esas lluvias que no alcanzan para mojarte, ni para inundar la ciudad. Con la gente que No se lleva la infinidad de cosas que he dejado tiradas por ahí en las calles y parques de Pto Montt.

Me voy. Porque ahora me interesa más llegar a que irme de.

Y esto va más allá del Claudio, ya que en Marzo nadie sabe si estaremos juntos.

Lo que venga, que sea.

Yo me empiezo a despedir de esta ciudad, y seguiré en contacto con los lazos que dejo acá, como siempre me las he arreglado para hacerlo.

De repente me da susto. Pero pensar en despertar y tomar harrrto aire fresco me reconforta.

A más de alguno esto le va a doler.

Pero es mi vida.

Y deseo gastarla lo mejor posible.